El grillo de Quique


Críticas sobre El grillo de Quique de Pere Martí i Bertran


Se trata de una historia entrañable y tierna. Te habla en susurros, suavemente, como el cricrí de los grillos, de una vida que ojalá fuera más habitual. Es tan necesario para el desarrollo de los niños este contacto con la naturaleza, con el campo, que muchos de nosotros tuvimos la suerte de vivir y que ahora sólo pueden vivirlo algunos afortunados…
Me siento afortunada habiéndolo leído ⌠…⌡y me he sentido transportada a mis veranos de espacios abiertos en los que todo era  exploración y  comunión con una naturaleza susurrante y mágica.

                                                              Mercè Escardó i Bas, bibliotecaria y especialista en LIJ (2014)

Devolver un grillo a su medio en lugar de enjaularlo tiene un claro mensaje ecológico. Incluso ético: el valor de la libertad para los seres vivos. Sin embargo este tema no deja en segundo término la peripecia vital del protagonista. Pasar unos días en el pueblo, debido a la ausencia temporal de los padres, es una “aventura” al alcance de la mayoría de los lectores, que les permite identificar-se con él. La coincidencia con su cumpleaños, un aliciente. La convivencia con los abuelos, todo un descubrimiento, por su comunión cotidiana con la naturaleza. Los sentimientos infantiles en ningún momento caen en la banalización ni en el endulcoramiento. Asistimos a un pequeño, pero significativo, enriquecimiento personal de Quique, gracias al grillo, este especial regalo de cumpleaños que únicamente podía ofrecerle su abuelo. La acción se desarrolla de una manera fluida en una narración breve y con un estilo preciso, teniendo siempre presente la edad de los lectores, lo cual pone de manifiesto el buen hacer de Pere Martí.

                              Eulàlia Barbosa, documentalista y crítica literaria: revista Faristol, núm. 57 (2007).

No es por casualidad que la acción de este libro tenga lugar en un ambiente rural, en contacto directo con la naturaleza. Según él mismo explica, la historia de Quique y el grillo parte de una anécdota personal vivida durante su infancia en su pueblo natal. Por lo tanto es la fuerza evocadora de este doble paraíso –la infancia y el entorno natural- lo que mueve los hilos de esta obra y, seguramente, los de la mayor parte de su narrativa para niños. En el libro también descubrimos la ternura que impregna siempre las relaciones entre abuelos y nietos –un auténtico toque de atención hoy en día en que los antiguos esquemas familiares han quedado alterados-. Unas relaciones en que los primeros traspasan a los segundos la sabiduría de unas épocas muy deferentes a las actuales. Un mundo en el que el amor y el respeto a la naturaleza ya existían mucho antes de que nos lo descubriera el ecologismo. Un mundo que invita a probar el placer de las cosas sencillas, naturales. Y si no, decidme: ¿A qué niño le gustaría más que le regalaran una jaula en vez de una consola de video juegos o una tablet? Y todavía una última lección que Quique aprenderá estos días con los abuelos: el placer de ser generoso.
RDCR Ediciones ha querido apostar por un valor joven para ilustrar esta nueva edición: Marta Ponce. Y después de observar atentamente sus dibujos sólo podemos felicitarnos por la elección. Aporta originalidad y frescura bajo una mirada sensible y bonachona, en la línea de los valores que trasmite el texto de Pere Martí.

                                                   August Garcia i Orri, maestro, músico y crítico: publicada en las revistas El 3 de Vuit, El Vallenc, Nova Conca y Gent del Masnou (2014).

En los tiempos que vivimos me gusta –y es gratificante- encontrar historias en las que el niño protagonista va a pasar uso días al pueblo, en casa de los abuelos, y en vez de jugar con maquinitas juega con ellos algunas partidas de parchís, va a pescar al río, o a recoger los huevos de las gallinas… Me gusta encontrar historias, en los tiempos que vivimos, en las que al protagonista, en su cumpleaños, se le regalan cosas como un grillo dentro de una jaula y un par de libros…
Obviamente, des del principio el lector sabe que no será verdad que Quique no celebrará adecuadamente su cumpleaños… Y aun más: des del principio el lector sabe que aquellos serán unos de los mejores días de su vida. Una dulce felicidad de todo el entorno acompañará el séptimo cumpleaños del niño… y él, más contento que unas pascuas, aquel día se irá a dormir con la imagen i el canto de su grillo…
Las lecciones y los mensajes –una característica en la obra de Pere Martí- están implícitos: como se atrapa un grillo, como hay que cogerlo para no hacerle daño… por qué hay que soltarlo cuando llega el frío o per qué no hay que llevarlo a la ciudad:… “¿A ti te gustaría que se te llevaran lejos de tu casa y te separaran de nosotros por muy bien que te trataran?” Lecciones bien explícitas que el autor no tiene ningún inconveniente en plantear a los jóvenes lectores, a sus padres, a sus maestros…

                                              Josep M. Aloy, crítico especialista en LIJ, en su blog: “Mascaró de proa” (2014).